El ser humano se puede conceptualizar como un sistema abierto.
En las definiciones más usuales, se
identifica el sistema como un conjunto de elementos que guardan estrechas
relaciones entre sí, que mantienen al sistema directo o indirectamente unido de
modo más o menos estable y cuyo comportamiento global persigue, normalmente,
algún tipo de objetivo. Esta definición enfatiza el aspecto estructural del
sistema y necesariamente conduce a la identificación de los subsistemas que
integran dicho sistema.
Ese tipo de definición, que conduce a la
estructura sistémica interna, debe necesariamente ser complementada con una
concepción de sistemas abiertos, en donde queda establecida como condición para
la continuidad sistémica el establecimiento de un flujo de relaciones con el
ambiente (Arnold y Osorio, 1998). Esta orientación conceptual, que conduce a
identificar al sistema con un proceso relacional, es la que me interesa como
sustento del presente modelo.
b. El ser humano como sistema abierto se
relaciona con el entorno en un continuo flujo de entrada (input) y salida
(output).
Las relaciones entre el sistema y su entorno
pueden ser caracterizadas como una red estructurada por el esquema
input-output. Se denomina input a la importación de los recursos que se requieren
para dar inicio al ciclo de actividades del sistema, y output a las corrientes
de salidas de un sistema.
Esta relación input-output es complementada
con el concepto de retroalimentación, el cual identifica los mecanismos
mediante los cuales un sistema abierto recoge información sobre los efectos de
sus decisiones internas en el entorno, información que actúa sobre las
decisiones o acciones sucesivas. Mediante los mecanismos de retroalimentación,
los sistemas regulan sus comportamientos de acuerdo con sus efectos reales y no
con programas de output fijos.
c. El ser humano como sistema abierto se
relaciona con el entorno en un continuo flujo de entrada (input) y salida
(output) para alcanzar un equilibrio sistémico.
El ser humano actúa, ante las variaciones de
las condiciones ambientales, mediante compensaciones internas o externas al
sistema, las cuales sustituyen, bloquean, complementan o modifican esos cambios
con el objeto de mantener el equilibrio sistémico.
Los estados de equilibrios sistémicos pueden ser
alcanzados en los sistemas abiertos por diversos caminos, esto se denomina
equifinalidad y multifinalidad.
La equifinalidad se refiere al hecho de que
un sistema, a partir de distintas condiciones iniciales (entradas) y por
distintos caminos (procesamientos), llega a un mismo estado final (salida). Ese
estado final es la conservación de un estado de equilibrio dinámico. El proceso
inverso se denomina multifinalidad, es decir, condiciones iniciales similares
(entradas) pueden llevar a estados finales diferentes (salidas).
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objeto de estudio modelo conceptual « ing. de ...
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http://www.youtube.com/watch?v=lHtz1Ui_5Ac
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